Son una de las guarniciones más versátiles que hay, ya que combinan perfectamente con platos de carne, pescado, pollo o por ejemplo con unos huevos fritos. Se pueden preparar en sartén, al microondas o como las hemos preparado en esta ocasión, al horno.

Si queremos, podemos sustituir el vino y el brandy por la misma cantidad de caldo de pollo.

Ingredientes

3 patatas grandes

1 cebolla

3 ó 4 dientes de ajo

1 pimiento verde (opcional)

100 ml de vino blanco

2 cucharadas de brandy

Aceite de oliva virgen extra

Perejil

Sal y pimienta

Elaboración

Pelamos las patatas y posteriormente las lavamos y pelamos.

Las cortamos en rodajas de unos 2 mm aproximadamente.

Pelamos la cebolla y la cortamos al gusto, o bien en juliana o en trocitos más pequeños.

Si vamos a añadir el pimiento, primero lo lavamos y lo abrimos y retiramos las semillas interiores. Lo cortamos en juliana o bien en trocitos más pequeños.

Picamos el ajo.

Precalentamos el horno a 160 ºC con calor arriba y abajo.

En una bandeja apta para horno ponemos las patatas y la cebolla (y el pimiento si lo vais a utilizar) bien distribuidas para que no se amontonen las patatas y se cocinen todas uniformemente.

Echamos un chorrito de aceite de oliva virgen bien repartido por las patatas, salpimentamos, incorporamos el ajo picado, el brandy y el perejil.

Cubrimos la bandeja con papel de aluminio y la introducimos en el horno a media altura durante una hora.

Retiramos el papel de aluminio, añadimos el vino y las dejamos en el horno unos 20 más a 180 ºC.