Merluza a la Gallega

1/03/2013

En casa nos encanta esta forma de preparar la merluza. Se trata de una elaboración sencilla con un resultado espectacular.

El toque se lo da el punto de cocción de las patatas y el pescado y una ajada de lo más sabroso elaborada con un buen aceite, pimentón dulce y ajos.

Ingredientes

5 patatas medianas

4 ó 5 filetes ó rodajas de merluza

150 ó 200 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra La Católica

3 ó 4 dientes de ajo

Sal

1 hoja de Laurel

1 cucharada de pimentón dulce

Elaboración

Pelamos las patatas, las lavamos y las partimos en rodajas más bien gorditas.

En una cazuela con agua y una cantidad más bien generosa de sal, cocemos a fuego medio las patatas unos 12 minutos hasta que estén tiernas pero sin romperse.

Salamos la merluza y la incorporamos a la cazuela con las patatas y lo dejamos cocer hasta que el pescado esté en su punto, aproximadamente 7 minutos ó un poco más en función del grosor de las rodajas ó filetes de merluza.

Mientras tanto, cortamos los ajos en láminas y los echamos en una sartén con aceite de oliva y cuando comiencen a tomar color, añadimos el pimentón, movemos rápidamente y apartamos del fuego para que no se nos tueste en exceso.

Escurrimos las patatas y la merluza. Colocamos las patatas en una fuente y salamos si es necesario. Por encima ponemos la merluza y rociamos con el aceite con los ajos y el pimentón. El aceite con ajo y pimentón sobrante lo servimos en una salsera para que cada comensal se lo añada a su gusto.

Los aceites de oliva virgen extra La Católica tienen su origen, como marca, en la finca del mismo nombre propiedad de la familia Anguís, ubicada en la campiña de Úbeda, en la provincia de Jaén (España); máxima productora mundial de aceite de oliva, con la mayor calidad y propiedades saludables existente en el mundo.

La finca fue paso obligado, a finales del siglo XV, de la reina Isabel la Católica en sus desplazamientos desde Castilla a la ciudad de Granada. Como homenaje a una de las regentes que, con su apoyo a los viajes de Colón, dio mayor impulso a la universalización de la cultura hispana, surge este aceite, eminentemente español, de enorme personalidad, arraigo en la tradición aceitera jiennense y vocación internacional.

Nosotros hemos tenido ocasión de probar el Aceite Elizabeth. Su cata revela que se trata de un frutado verde de hoja y tomatera, de intensidad media en nariz, que deja interesantes notas de manzana verde en segundo plano. En boca, resulta de paso sedoso, con cuerpo medio y equilibrio entre amargor y picor, dejando un ligero retrogusto de frutos secos.

Además del aceite Elizabeth, cuentan con otras tres variedades de aceite.

Todas las variedades de Aceites La Católica se pueden adquirir a través de su tienda online y recibirlos cómodamente en la dirección que se les indique.