Cuando bajan las temperaturas, nada sienta mejor que un buen puré de calabacín casero. Cremoso, ligero y lleno de sabor, es una opción perfecta para incorporar más verduras a la dieta de forma sencilla y deliciosa.
El calabacín es una hortaliza versátil y de textura suave que, al triturarse, aporta una cremosidad natural sin necesidad de añadir nata o quesos. Esto lo convierte en una receta ideal tanto para quienes buscan un plato ligero como para los más pequeños de la casa. Además, se puede personalizar fácilmente con un toque de especias, queso o incluso un puñado de frutos secos para darle más profundidad de sabor.
Este puré es una opción rápida y fácil para cualquier día de la semana y se conserva perfectamente en la nevera, por lo que también es una gran alternativa para preparar con antelación. Descubre a continuación cómo hacer un puré de calabacín perfecto con el paso a paso detallado y algunos trucos para conseguir la mejor textura y sabor.

Me encantan este tipo de tostadas que no tardamos nada en prepararlas y son realmente sabrosas. Podemos utilizar el pan que más nos guste, en mi caso, he empleado un pan integral de centeno con semillas.
Para ver el modo de cocinar el huevo escalfado podemos pulsar aquí.